ARIES, Widder, برج الحمل, 白羊座, Vædderen, Arieso, Oinas, Κριός, מזל טלה, मेष राशि, Ram, Kos, Ariete, Arietem, Væren, Baran, Овен, Väduren, Koç, Bạch Dương



ARIES, Widder, برج الحمل, 白羊座, Vædderen, Arieso, Oinas, Κριός, מזל טלה, मेष राशि, Ram, Kos, Ariete, Arietem, Væren, Baran, Овен,  Väduren, Koç, Bạch Dương

[Aries]   [Tauro]      [Geminis]    [Virgo]     [Sagitario]    [Capricornio]    [Acuario]
El signo de Aries se asigna habituálmente al cordero divino que salvó al joven Frixo, hijo de Atamante, llevándolo sobre su lomo en un vuelo sobre el estrecho marino que separa Asia de Europa. La historia de este episodio se desarrolla en la Grecia antigua, cuando las primeras ordas de invasores arios trataban de modificar las leyes y las costumbres de las tribus autóctonas. La resistencia de estas y las luchas e intrigas que se produjeron en estos choques se narran en este relato mitológico.
Los antiguos habitantes de Grecia practicaban el matrimonio de grupo (matrimonio con relaciones sexuales por niveles generacionales dentro de un grupo, clan o familia) antes que los primeros emigrantes eolios trataran de introducir el matrimonio monógamo que exigía a las mujeres prescindir de todos sus amantes y les obligaba a la practica del sexo solo con un marido para asegurar a este la paternidad de la descendencia. En el matrimonio de grupo solo se aseguraba la maternidad individual, siendo la paternidad compartida entre todos los individuos del mismo nivel dentro del grupo o clan, por lo que la maternidad estaba muy considerada e incluso divinizada y la paternidad ignorada o mas bien "socializada". Contrariamente a esta costumbre, entre los arios invasores la paternidad se aseguraba reduciendo a las mujeres al papel de nodrizas y eliminando toda posibilidad de comercio carnal promiscuo y festivo. Uno de los primeros jefes de clan de aquellos nuevos pobladores, un miembro destacado de la familia "Minia", Atamante propuso la celebración de su matrimonio, en la forma monógama aria, con la Gran Sacerdotisa de Yolco, Ino, y que las 50 sacerdotisas integrantes de su templo contrajeran matrimonio con sus jefes militares. De esta forma quería asegurarse la alianza con las tribus autóctonas, alianza que era en realidad una sumisión en analogía a como se concebía el contrato matrimonial, de hecho se realizaba el sometimiento de aquellas mujeres al sus maridos y del pueblo pelasgo a los invasores eolios.

Este matrimonio, un autentico contrato político, fue aceptado por el Gobierno de Yolco, necesariamente y a pesar de que vulneraba los derechos del pueblo centauro, los miembros de la hermandad del caballo que habitaban libremente en las laderas del monte Pelion y que eran los amantes de esas sacerdotisas de acuerdo con sus costumbres y leyes ancestrales. Este acontecimiento produjo numerosos disturbios y enfrentamientos entre los nativos y los invasores. Al fracaso militar de la resistencia nativa siguió la intriga de las mujeres por recuperar su antigua libertad y costumbres. Con el fin de recuperar la perdida fertilidad de los campos intentaron hacer creer a los nobles y algo ingenuos eolios la necesidad de sacrificar a los dos hijos de Atamante, Frixo y Hele



Estos los había tenido con su anterior esposa Nefele y su sacrificio a Zeus pretendía servir para conseguir el favor del Dios en la recuperación de una cosecha de cereal que se creía perdida. A su vez. Ino, advertía a los niños a que escaparan de su padre para que salvaran sus vidas, pues este estaba dispuesto a sacrificarlos mortalmente. Llegado el momento adecuado los niños escaparon con la ayuda tanto de Ino como de su madre Nefele, y, en su partida, se les entrego para que se llevaran consigo la piel de un carnero que a modo de bandera o estandarte presidia el templo de Zeus, símbolo de la ocupación de aquellos extranjeros, propietarios de grandes rebaños de corderos.

Con la desaparición de este importante símbolo de los eolios se pretendía que aparecieran fisuras entre los diversos clanes que los componían, pues se presentaba el hecho como una indicación de que Zeus estaba disgustado con el comportamiento de Atamante y por lo tanto indigno de presidir su confederación. Los niños, con el vellocino sagrado en su equipaje partieron rumbo a un exilio protegido y secreto en el reino de Ea en la Colquide en el extremo oriental del mar Negro, donde su rey Eetes, el hijo de Helio, les daría cobijo.

Durante la travesía, el fuerte oleaje hizo zozobrar la embarcación, pereciendo ahogada Hele, en cuyo honor se le puso a ese lugar el nombre de Helesponto (en la actual Turquía). Cuando Frixo llego a la cólquide dejo el vellocino al cuidado de Medea, sacerdotisa del templo dedicado a Prometeo como un símbolo de la resistencia de los nativos pelasgos adoradores de la Gran Diosa Madre, hacia los invasores patriarcales eolios. Mas tarde este acontecimiento seria el motivo del viaje de Jason y los Argonautas (los marineros del buque llamado Argos) para recuperar el vellocino dorado, cuya perdida habia llenado de vergüenza a los eolios , del mismo modo que se siente vergüenza por la perdida de banderas en una batalla en manos del enemigo. En ese viaje Jasón, gracias a la traición de Medea consigue recuperar el Vellocino de Oro, osea la piel de ese carnero de pelo dorado para restituirlo a su patria.

Posteriormente, este carnero fue asignado al signo de Aries de forma bastante arbitraria, cuando los griegos llegaron a monopolizar la cultura de su época, ignorando que el carnero de Aries era mucho mas antiguo que el carnero de Zeus, pues ya estaba consagrado al Dios egipcio Amon (el Dios de la ciudad de Tebas que alcanzo una gran difusión cuando esta ciudad se convirtió en la principal capital de Egipto) y localizado en el zodiaco babilónico muchos siglos antes de que los primeros griegos aparecieran en la historia. La muerte de Hele hace que este personaje parezca algo accesorio en el mito, sin embargo se entiende mejor si interpretamos la caída al mar de Hele como una representación de la Diosa Luna poniéndose, o ocultándose en el mar en su movimiento cíclico de muerte y resurrección y el hecho que acompañara a Frixo hasta un punto en que se entiende que ya esta a salvo , como una evidencia de que la Diosa Madre le acompañaba y protejía en su huida de los invasores patriarcales. También puede interpretarse como un refuerzo de la idea del mestizaje cultural y político que subyace en este mito, pues la caída al mar de Hele puede facilmente interpretarse como la unión (hierogamia) de la Luna (o sus adoradores pelasgos) con Poseidón, el Dios ario del mar.

Este Atamante que se recuerda en el mito era un Rey, un magnate eolio (un hijo de Minias el primer eolio que se enriqueció gracias a un pacto con algunos nativos) de la primera fase de las invasiones, cuando el choque cultural con los habitantes autóctonos de grecia no produjo la mayor resistencia y rechazo. Era hermano de Sisifo, el poco afortunado Rey de Corinto, y de Salmoneo, y gobernada Beocia. Tuvo tres matrimonios que le dieron muchos quebraderos de cabeza, el primero con Nefele , de quien tuvo dos hijos Frixo y Leuconte y una hija Hele, de ellos, Frixo y Hele son los dos hijos que protagonizan la historia; el segundo matrimonio con Ino, una hija de Cadmo y Harmonia y descendiente de Venus, de quien tuvo otros hijos: los mellizos Learco y Melicertes (Melicertes es el babilónico Melkarth o el cananeo Moloch , que significa "protector de la ciudad", este era el titulo del Rey Sagrado que debía sacrificarse al final de su reinado de 4 años); y el tercero con Temisto, con quien tuvo otros mellizos divinos. 

Estos matrimonios y divorcios suponen pactos y enfrentamientos familiares que en el contexto histórico del mito deben interpretarse como un reflejo de las luchas entre los primeros clanes de los invasores de Grecia en sus relaciones con los clanes nativos. El hecho que Atamante aceptara, no sin resistencia y pesar, sacrificar a sus hijos y la posterior huida de estos puede ser un reflejo de la costumbre de sacrificar niños a los dioses en una época en que ya estaba siendo cambiado ese rito por el sacrificio de animales sustitutorios. Recuérdese que algo similar ocurre con la historia bíblica de Abrahan y su hijo Isaac, a quien trata de sacrificar aunque al final lo cambia por un cordero. En concreto el sacrificio de carneros en el mes de Abril era costumbre en las ofrendas a Zeus.

Aunque fuese probable una alianza coyuntural entre Ino y Nefele para desprestigiar a Atamante, es muy posible que los celos entre ellas (podemos interpretarlo como celos entre dos clanes nativos aliados de los invasores) y la preferencia de cada una de ellas para que heredaran sus propios hijos (la competencia y luchas entre los clanes nativos debió favorecer el triunfo de los eolios invasores y menos numerosos) habría pesado a la hora de aconsejar que niños se debía sacrificar. Los mitógrafos adornan este mito haciendo del carnero un animal prodigioso capaz de volar y llevando en su vuelo a los dos niños, por lo que la muerte de Hele se atribuye a su caida de lomo del animal sobre el mar, pero esto es evidentemente muy improbable pues la muerte ritual del animal a manos de Frixo cuando llega vivo a la Colquide, como se explca en algunas versiones del mito, no parece muy consecuente con el agradecimiento que le debia por haber salvado su vida. Los mitógrafos antiguos para justificar el caracter divino de este animal inventan una historia muy graciosa: le hacen hijo del Dios ario Poseidon y de la Ninfa Theophane. Este Dios, para apartar a la Ninfa que tanto le atraía sexualmente, de sus muchísimos pretendientes, la combierte en cordera. Así, cuando el queria tener relaciones sexuales con ella, se transformaba en cordero el mismo y la montaba. De estas relaciones dicen que nació el carnero de nuestra historia. Pero esa historia además de graciosa es bastante ingenua. Poseidon no tenia ninguna necesidad de semejante transformación de el mismo ni de su amante para mantenerla para el en exclusiva, recuérdese que a su hermano Hades le basto con raptar a Persefone y llevarla a su palacio donde estaría de seguro bien custodiada con el fin de que no volviese a sus antiguas costumbres promiscuas y orgiásticas. No debe hacerse demasiado caso al sentido literal de esta historia, sino mas bien al carácter de símbolo del mestizaje entre nativos: la Ninfa es, sin duda, la representante de algún clan autóctono, y Poseidon representa a las tribus invasoras. Originalmente Poseidon era un dios de tierra firme, protector de la cría de caballos, que se transformo en Dios del mar cuando los eolios cambiaron sus costumbres y se hicieron marinos. La realidad es que los matrimonios de Atamante, y las intrigas y luchas palaciegas que siguieron terminaron con la casi destrucción de su familia (interprétese como la formación y ruptura de alianzas tribales) y su posición, pues acabo desterrado el mismo de su reino. Esto puede interpretarse como un reflejo del modo en que acabaron muchos de los invasores en su intento de reformar las costumbres pelasgas por la resistencia de las mujeres que veían disminuidos sus derechos y en general por los nativos que veían como los invasores cambiaban leyes y costumbres reduciéndoles a una posición marginal en la nueva sociedad.

Con posterioridad, algunos escritores clásicos han atribuido este mito al origen del signo zodiacal de Aries, cosa totalmente sin fundamento ya que la antiguedad del zodiaco, y de este signo en particular, es mucho mayor que la época en que se narran estos acontecimientos miticos. Esto hay que atribuirlo al chauvinismo de algunos escritores griegos que veían así una forma de dar mayor lustre y prestigio a sus historias nacionales, envidiosos de la antiguedad de las culturas de los pueblos que tenían sometidos. En la antiguedad había corderos consagrados a diferentes divinidades en casi todas las culturas existentes, por ello no es raro que este emblema aparezca divinizado en el zodiaco, las ofrendas de los pastores a seres divinos recién nacidos son conocidas desde el nacimiento de Zeus hasta el de Cristo. En las tierras semideserticas de Asia Menor los rebaños de corderos significaban una importante fuente de riqueza y de poder detentada principalmente por las coorporaciones religiosas en Egipto y Babilonia y después por los templos griegos, que eran además los propietarios de la mayor parte del suelo fértil. La imagen bucólica de pobres pastorcillos que de forma espontánea adoran a un niño divino es una autentica ficción romántica en una sociedad básicamente esclavista donde grandes magnates-propietarios detentaban casi todo el poder y donde la gran masa de población se encuentraba en situación de esclavitud o semi-esclavitud; en esas circunstancias al hablar de pastores y de su relación con seres divinos hay que referirse a esos grandes propietarios, reyes, magnates o patriarcas alrrededor de los cuales gira toda la historia de su época y de su relación con la teología o con el culto del que se sirven como instrumento operativo de su poder. Así pues si el cordero o el carnero era un símbolo del poder económico en aquellas economías de pastores nómadas en sus orígenes , no es dificil comprender que cuando se hacen sedentarios y dominan los territorios antes controlados por los agricultores, sus templos ocupen el papel que hoy tienen las grandes instituciones económicas y financieras y sus sacerdotes el equivalente a nuestras corporaciones profesionales. Por tanto resulta comprensible que el carnero ocupase un lugar privilegiado, principio de un zodiaco concebido como corte monárquica con una Luna reina y señora celestial, en la divinización de un Cosmos imaginado a imagen y semejanza del orden terrestre que ellos mismos protagonizaban.

Alba de Hermes 2013

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